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viernes, 26 de abril de 2013

 PARA  EMILIANO:
"LOS OJOS QUE VIERON MI ESPEJO".  La primera novela de Emiliano Llana narra,quizá de forma autobiográfica,una etapa de su vida en la que descubre una historia de amor y desamor,desde su inicio a su desenlace.
Detalla, con mucha profundidad,realismo y naturalidad, las distintas situaciones, ambientes y lugares; profundizando en el corazón de los personajes,en sus formas de ser,incluso de si mismo.Toda la obra está impregnada de poesía,describe de mil maneras lo que es estar enamorado.
La primera parte conviene ser leída un par de veces,puede resultar complicada;la segunda se hace muy amena,pero su final,no imaginado,deja un sabor agridulce.
 Emiliano ¡Enhorabuena! personalmente me ha gustado,y sí,lo he leído dos veces.
                          ¡sigue escribiendo!
                                 Juan Carlos Ramos

Estos comentarios me animan,y me hacen sentir a gusto.Ramos te aprecio porque eres una gran persona.Sin darte nada siempre compartes lo que tienes, que no es poco.  
Sois una familia que rebosa optimismo, entusiasmo,simpatía...y me ha ayudado a comprender que en la vida,siempre hay alguien que desprende sus buenas actitudes.
                       
                          ¡Ojala,la vida os de cada día un beso en la mejilla,y un abrazo en el cual, saborear sus
                                                                         
                                                                           MIELES!
                                                                                                        Un amigo

lunes, 4 de marzo de 2013

Muy pronto empezaré a escribir mi pequeña historia... Tened un poco de paciencia pues estoy un poco sorprendido por el éxito de mi novela. Y eso me está comiendo tiempo. ¿De acuerdo?
                                 

                               SIMPLEMENTE  UNA RAZÓN

¿Podía ser algo?  Ni siquiera latía. "Nada" simplificaba mi existencia. No percibía la creación, ni el vínculo de un enlace, ni la unión de un encuentro.
Ni un sueño dormía, ni una lágrima sufría, ni una sonrisa se amortiguaba en una ilusión.
Todo pudo ser una búsqueda y así supe mezclarme, envolverme en la complejidad, en un enredo que encierra un misterio. 
Crear para perpetuar. Crear para nacer y ver y así poder verificar mi existencia. 
Es la carne que puede renovarse ¿es la vida que ha buscado sentido a su existencia? 
SEGUIRÁ...